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Jueves, 17 Julio 2014

RIESGOS EN EL USO Y ABUSO DE LA MOTOCICLETA

Visitas: 3897 Publicado en Don Mariano Parellada

RIESGOS EN EL USO Y ABUSO DE LA MOTOCICLETA

Ponencia expuesta en la II Jornada Científica sobre Prevención de la Amputación: Riesgos y Consecuencias en los Accidentes de Tráfico celebrada el 5 de abril en la Facultad de Medicina-Enfermería de Valladolid.

Vamos a hablar un poco de la prevención, de conocer y valorar los motivos  de un accidente, e intentar que en el caso que se produzca. tenga las menores  consecuencias y las lesiones sean lo más leves posibles, ya que todos podemos  ser víctimas.

Mi pequeña intervención, que no va a ser ni técnica ni científica, quiero  centrarla dentro del ámbito en que me muevo desde hace casi 40 años, "el  motociclismo": un medio de transporte, de desplazamiento, de deporte, de evasión  y sobretodo de pasión para los verdaderos aficionados.

Cada día son más los aficionados y usuarios de motocicletas, y además  todos tenemos familiares, amigos o conocidos, que son o pueden ser futuros motociclistas.       

Las cifras y porcentajes que nos dan las estadísticas oficiales nos  indican que ha habido un importante aumento de la siniestrabilidad y  accidentabilidad de motociclistas, siendo el único sector que se mantiene en  aumento, y aunque representa algo mas del 15% del parque de vehículos de  Europa, acredita una siniestrabilidad del 18%, y este parque sigue aumentando  considerablemente, motivado por varias razones, el menor coste de compra, el  menor gasto de mantenimiento, la mayor movilidad, el acceso al permiso para  motos de 125 cc con el carné del automóvil...... etc.

Esto hace que las carreteras y sobre todo las ciudades, hayan visto  crecer espectacularmente el tránsito de estos vehículos de dos ruedas, y  manejados no siempre por conductores preparados para ello y muchas veces  desconocedores del contexto en el que se introducen.

Un contexto en el que somos "usuarios vulnerables" de la vía,  como nos define la "Organización Mundial de la Salud", por lo que  necesitamos una "protección especial" frente a vehículos más pesados  en las normas de circulación y en nuestra propia persona.

Apostar por la "Seguridad Vial" y la "Conducción  Responsable", son normas básicas hoy en día, por lo que LA INFRAESTRUCTURA, EL VEHICULO Y EL FACTOR HUMANO,  constituyen los tres ejes básicos para ello.

Parece obvio pensar, que el motociclista debe ser el principal garante de  su seguridad, y con ese fin debe conducir su moto,  poniendo celo y atención. El sexto sentido  que todo motorista debe tener, le lleva a realizar un esfuerzo mental añadido,  que la conducción segura y preventiva le obliga..... es él quien decide:  cuándo, por dónde y cómo debe circular. Si a primera vista se puede deducir que  es el principal responsable de los accidentes en los que se ve implicado, la  realidad nos demuestra lo contrario, pues se   observa que un elevado porcentaje de los accidentes que afectan al  motociclista están originados por terceros. Este resultado pone nuevamente de  manifiesto su gran debilidad.

Lo que para el conductor de un   automóvil no tiene importancia y prácticamente pasa desapercibido, para  el de la motocicleta puede tener graves consecuencias, un despiste de un  conductor de otro vehículo, una deficiencia en la calzada, unas condiciones  climatológicas no ideales, un vertido en la vía, pueden contribuir a un accidente  de posibles fatales consecuencias para él.   El motociclista, debido a su precaria estabilidad, está obligado a  conducir, haciendo un esfuerzo mental añadid, al que hacen el resto de los  conductores.  La conducción segura, le  exige tomar las precauciones necesarias y con anterioridad suficiente, para  evitar que puedan afectarle las maniobras de los que circulan en su proximidad,  o las sorpresas que se pueda encontrar en la carretera.

Aunque su estereotipo lo asocie a velocidad excesiva, conducción de riesgo,  ruido elevado, zigzagueos urbanos y comportamiento agresivo, el motociclista da  muestras inequívocas de su solidaridad y educación vial.  Su aspecto tribal, a menudo estrafalario y  los atuendos relacionados con individuos agresivos y desalineados, conforman la  coraza de un ser humano que atesora un profundo sentimiento de amistad,  tolerancia y convivencia.

Existe una gran disparidad de criterio, ente el propio colectivo de  motociclistas, si tenemos en cuenta la edad y el uso que hace de la moto. No se  comporta igual, el joven que se emociona con la velocidad, que el motociclista  maduro, con muchos kilómetros en su mochila.   No piensa igual aquel que utiliza la moto para ocio y turismo, que  el que la conduce por obligación, por ser su  medio de transporte o trabajo, y por supuesto, aquel otro cuya actividad  fundamental es la práctica deportiva profesional.

Tampoco se pueden considerar iguales, el que se incorpora al mundo de la  moto para disfrutar de una nueva experiencia, que aquel otro que ha mamado,  desde niño, en su propia familia o entorno, una educación cuasi religiosa en  torno a la motocicleta.

El motociclista debe recibir una preparación y formación en conducción  segura, dejándole bien claro, dos aspectos fundamentales, en orden interno, es  preciso concienciar al usuario de la moto, de que conduce un vehículo, que en  caso de accidente, tiene mayor riesgo de lesiones.  En orden externo, su seguridad depende en  gran parte del buen hacer de otras personas, conductores de otros vehículos,  técnicos de carreteras, y profesionales afines al sector del transporte, así  como fabricantes de motocicletas y equipamientos.

Uno de los más graves problemas del motociclista, es conseguir que los  otros conductores, sobre todos los automovilistas, le vean. En su mano está  disminuir este problema, utilizando prendas y cascos de colores vivos,  utilizando chalecos reflectantes y llevando siempre encendida la luz de cruce,  que es obligatoria. Con estas decisiones contribuirá a aumentar su visibilidad,  aunque no será suficiente. Existe un componente de orden cognitivo que  demuestra que muchos conductores que se asomen a un cruce, ó miren por el  retrovisor, aunque visualicen todo el tráfico, no procesan de igual forma todas  las imágenes. Cuando el cerebro está predispuesto a la aparición de un coche,  cualquier objeto de menor volumen, puede ser fatalmente ignorado.

En la mano del motociclista, está el equiparse correctamente, para en  caso de caída o accidente, minimizar las consecuencias y las lesiones que se  pueda producir.

En primer lugar utilizando la ropa de moto adecuada y muchas veces  ignorada:

TRAJES, CAZADORAS Y PANTALONES, deben cumplir una normativa de protección  personal, tanto para la prenda como para las protecciones específicas que  lleva: codos, hombros y espalda en el caso de las cazadores, y rodillas y  caderas en los pantalones.

Estas protecciones, semi-rígidas ó blandas, cubren partes sensibles y  articulaciones, primeras afectadas, y protegen contra la abrasión y lesiones  por impacto, corte y quemaduras.

Estas prendas, además de aislar, ser resistentes al aire y al agua,  deben transpirar para mantener el cuerpo seco  y caliente, y las propiedades de resistencia son inherentes, no solo a los  materiales, sino también al número de capas y sus tratamientos.

El cuero, principal, y casi único material en el equipamiento de los  motociclistas antiguamente, está dejando paso a otros productos multicapas, mas  ligeros y flexibles, que proporcionan mayor ventilación e impermeabilidad, con  materiales de protección ante el abrasamiento por deslizamiento semejantes al  cuero.  En todos ellos, son de vital  importancia las costuras en su fabricación, así como evitar las cremalleras en  zonas de posibles lesiones, y siempre cubiertas con solapas, y por supuesto  nunca en contacto con la piel.

Muy importante elegirlas de colores vistosos y si son de color oscuro, es  conveniente colocar tiras o parches de material reflectante.

BOTAS
  Como en casi toda la fabricación específica, ya hay normas europeas con  niveles de protección, en el caso de las botas la EN 13634 .

Con dos niveles, siendo el nivel 1, el mínimo requerido para un óptimo  nivel de confort y de protección; su misión, como es obvio, es proteger contra  impactos en espinillas, tobillos y punteras (dedos).
   
  Deben tener buen agarre y con estrías en la suela, para un buen  antideslizamiento, ayudar al agarre sobre el pavimento y a mantener los pies en  las estriberas de la moto.

Actualmente ya se fabrican en materiales resistentes al agua, y debemos  elegirlas de talla y número apropiado, así como llevarlas bien ajustadas, todos  sabemos que en los accidentes lo primero que se pierden son los zapatos…

Es recomendable también que lleven unas tiras reflectantes.

PROTEGER LAS MANOS : LOS  GUANTES

Normalmente, en caso de caída ó accidente, con lo primero que intentamos  protegernos es con las manos, siendo lo primero que ponemos al contactar con el  suelo ó con un obstáculo, y personalmente, no entiendo, a los que en muchos  momentos prescinden de ellos, sobre todo en verano. Es una prenda  importantísima, casi al nivel del casco.
  También están regulados con la norma europea EN 13594, que controla que  tengan una correcta protección, con resistencia a la abrasión y atenuadores de  la energía ante un impacto.

Deben ajustar ceñidamente sin molestias, permitiendo una buena movilidad  de las manos y dedos, deben cubrir toda la mano y la muñeca, con protectores de  impacto en nudillos y muñecas, y varias capas en la palma de la mano.

En invierno es aconsejable que sean largos, o que tenga puños que se  extiendan por encima de las mangas, para proteger del viento y de la lluvia,  con amarres o ajustes en la muñeca, para evitar que se abran o desprendan en el  caso de caída.

EL CASCO
  Primera y única "prenda"   en ser de obligado uso, hasta el momento.

En los cascos hay que distinguir 3 tipos:

EL CASCO INTEGRAL, que puede ser fijo ó abatible.
  EL CASCO JET, casco abierto.
  LA CASQUETA, también llamado "QUITAMULTAS", ya que básicamente  solo sirve para eso, porque en cuanto a protección…. “cero patatero”.

Todos deben cumplir la norma europea ECER 22,  que llevan en la etiqueta interior.

Los más recomendables, en cuanto  a  protección, son obviamente los cascos integrales fijos, seguidos por los  abatibles, que son en los que se puede levantar la mentonera junto a la  pantalla de visión.

Importantísimo a la hora de comprar un casco, es que sea de la talla  adecuada, con un ajuste correcto, ni muy apretado ni muy holgado, ya que puede  salir despedido en caso impacto.

Es importante, como en las prendas, que sea de color llamativo, y que  lleve bandas reflectantes para una buena visibilidad nocturna por parte de  otros conductores.

Y una recomendación, no comprar nunca un casco usado, no sabemos cuántos  años tiene,  (los cascos tienen una vida  útil limitada), o si han tenido un golpe fuerte, ya que un casco, después de un  fuerte impacto, y aunque aparentemente no presente desperfectos, hay que  desecharlo, interiormente puede estar dañado y haber perdido todas sus  propiedades de protección..

Si vemos la gran importancia que tiene, a la hora de minimizar los daños  en accidente, el equipamiento personal, no lo es menos, el medio en el que  nos  movemos, la ciudad y la carretera,  donde los obstáculos y las situaciones de peligro, pueden aparecer en cualquier  momento.

Primero, las condiciones climatológicas, que condicionan, y mucho, la  forma de conducir: la lluvia, la nieve, el granizo y la niebla, si ya son  problemáticos para otros vehículos, es obvio que para el motociclista  constituye un importante enemigo, por lo que es necesaria una atención y  cuidados especiales.

Lo mismo que otros menos esperados, como las hojas del otoño en zonas  boscosas, la tierra y el barro en accesos y salidas de caminos, e incluso el  agua procedente de los riegos en verano.

Asimismo pueden aparecer a nuestro paso, otros problemas añadidos,  irregularidades en el firme,  baches  continuados,  grietas,  alcantarillas, y tapas de registro,  así como la pintura de la calzada, que si ya  en seco tiene un menor agarre, en mojado constituye un serio problema de  estabilidad, ó los regueros de manchas de aceite y gasoil, afortunadamente cada  día menos presentes en nuestras carreteras.

He dejado para el final al mayor enemigo del motociclista, los mal  llamados GUARDARRAILES, las  biondas ó  quitamiedos que tanto abundan en  todas  las carreteras y autopistas, causantes del 15% de las muertes, y del 60% de las  lesiones con traumatismos y amputaciones, producidas en los accidentes de moto.

Generalizados en todas las carreteras desde hace muchos años, cuando el  parque motociclista era mucho menor, e ideados e instalados sin pensar en  nosotros.

La lucha, y demanda principal del colectiva motociclista, es dotar a  todos ellos, de protecciones SPM, placa de material deformable, instalada por  delante de los postes de sustentación de las biondas, lo que evita el impacto  directo contra ellos, el rebote contra la cortante bionda y el paso del cuerpo  por debajo de las mismas.

No quisiera terminar con mal sabor de boca por este tremendismo, ó  dramatismo, de los peligros de circular en moto, ya que el placer del disfrute  al viajar en moto, no se puede comparar al de ningún otro medio de locomoción.

La libertad, la soledad, y la identificación directa con la naturaleza,  hacen que el motorista se integre con absoluta naturalidad en su entorno,  participando de aires, aromas y colores, momentos intensos de encuentro con los  sentidos, que hacen del viaje en moto algo especial, disfrutando del propio  placer de viajar.

Quiero agradecer, en nombre del colectivo motociclista, la realización de  estas jornadas, así como los estudios que se realizan sobre amputaciones y  atenciones a los accidentados.

Muchas gracias por su atención, salud, y felices rutas, a poder ser en  moto.